Templo de planta alargada, con sencilla cubierta rectangular, más estrecha que la base, de paredes rectas desprovistas de contrafuertes. En el muro Este se abre un rosetón lobulado. Tanto en sus formas, como en su portada de arco muy agudo, se aprecia una cronología avanzada de pleno siglo XIII, en un estilo de transición del románico al gótico.
Los aleros quedan sujetos por una interesante muestra de canecillos, como lagarto, pareja de cuadrúpedos, hombre y mujer emparejados o caballero sobre su montura.