Los puentes de La Rioja Alta han jugado un papel fundamental en la historia del territorio. El Ebro es un accidente geográfico que divide nuestro territorio. Superar un río de esta envergadura no es tarea fácil. Pero otros cauces, que a menudo llevan un importante caudal como el Tirón o el Najerilla, han sido también obstáculos importantes.
Dos razones convirtieron a los puentes en lugares de gran importancia. Por un lado, en los periodos en los que el río marcaba la frontera entre los reinos de Navarra y Castilla, se convirtieron en lugares de indudable interés militar. Por otro, eran imprescindibles para el comercio en un territorio que ha sido siempre productor de unos vinos destinados a la venta en otras zonas. Y que por tanto necesitaban asegurar la disponibilidad de buenas vías de comunicación.
Por eso garantizar el vado del río mediante pasos adecuados ha sido desde siempre una preocupación. Como consecuencia de esta situación, hoy podemos contemplar un buen número de puentes históricos que bien merecen nuestra visita.
Empecemos por los puentes que superan el río Ebro. Mantible la primera datación de este puente se remonta al siglo II d.C. Parece que fue destruido hacia el año 1099, aunque hay autores que retrasan su destrucción a época musulmana. Su traza es fantástica. A pesar de que hoy continúa en ruinas y solo conserva dos arcos y algunos estribos, nos podemos hacer una idea de la importancia que este puente tuvo en el pasado y la importancia de la obra de construcción.
Nuestra siguiente parada será en San Vicente de la Sonsierra. Encontramos aquí un largo puente de 248 metros de longitud. Su fábrica corresponde a diferentes momentos como consecuencia de las numerosas roturas que las crecidas del río provocaron en su construcción. Su origen es medieval, de esta época conserva los tres primeros ojos de la margen izquierda. Sufrió una importante reconstrucción en el siglo XVI. En el siglo XVIII varias avenidas del Ebro dejaron el puente inutilizable. En el siglo XIX volvió a sufrir nuevas obras que le dieron el aspecto que hoy podemos contemplar. En época medieval disponía de dos torres defensivas, una de las cuales despareció en la reforma del siglo XVI.
Es, junto con el castillo, uno de los elementos más representativos de la localidad. Su iluminación nocturna nos brinda una bella estampa.
Nos dirigimos ahora al conocido como puente de Briñas. Es otro de los pasos históricos importantes. Es también de gran porte, con 154 metros de longitud. La primera noticia de la existencia de este puente está fechada en el siglo XIV. En el siglo siguiente debía estar en malas condiciones y era habitual destinar fondos a su mantenimiento. Esta situación se prolongó en los siglos sucesivos. En el siglo XIX alcanza finalmente la configuración que hoy podemos ver. En este siglo se levantaría en el cerro de la margen derecha un fortín estrellado y diferentes defensas de las que hoy no podemos ver restos. En la década de los 40 del pasado siglo, se construye el puente por el que en la actualidad pasa la carretera, quedando el histórico sin uso. Ha sido recientemente restaurado.
De la cuenca del Oja- Tirón vamos a destacar tres, el de Casalarreina, el de Cuzcurrita del Río Tirón y el de Cihuri.
El de Casalarreina sobre el Oja tuvo su origen en un puente de tablas. En el siglo XVIII se plantea la necesidad de levantar uno más sólido, dada la importancia que esta ruta tenía para el comercio del vino que, desde La Rioja, se dirigía hacia la zona norte. Tras diferentes obras que fueron destruidas por varias avenidas a lo largo del siglo, que obligaron a la realización de continuas obras, sería al final del siglo cuando el puente quedaría definitivamente concluido.
Situado junto al catillo y lavadero de Cuzcurrita del Río Tirón encontramos este puente de casi 50 metros de longitud. Su origen se remonta al siglo XV. A finales del siguiente siglo sufrió grandes deterioros como consecuencia de una riada, lo que obligó a importantes reparaciones. Nuevas obras se hicieron necesarias en el siglo XVIII. En el siguiente siglo se abordaría obras que le darían su traza final.
Terminaremos nuestra visita en el puente del Priorato de Cihuri, también sobre el río Tirón. Se trata de un puente de origen romano y uno de los más interesantes y bellos que podemos contemplar. La traza actual puede datar del siglo XIII. El puente fue propiedad del monasterio de San Millán. El entorno es de gran belleza. Junto a él se encuentra el edificio del Priorato y un pequeño barrio de bodegas.
No son desde luego los únicos de la zona. Podemos visitar también el puente de Piedra y el de Hierro en Logroño; el de Torremontalbo, sobre el Najerilla, el de Cenicero y otros de menor porte, pero de gran interés para los amantes de la ingeniería civil. Puedes obtener más información en la obra de Arrúe y Moya Catálogo de Puentes anteriores a 1800.