Te proponemos que utilizando al vino como hilo conductor descubras esta ruta que se complementa con otros atractivos turísticos de gran interés para los visitantes.
En estas localidades propuestas podrás descubrir la historia singular que el tiempo ha tejido en torno al mundo del vino. Te invitamos a convivir con sus gentes que se caracterizan por su hospitalidad y su generosidad.
Querido visitante, ven a conocer un poco más de la cultura y las costumbres de La Ruta del Vino Rioja Alta.
Nuestro primer itinerario estará inspirado por el elemento protagonista de esta guía, el vino. Y, aunque esté presente en todos los municipios de la ruta, hemos confeccionado un trazado variado y sencillo con estas cinco localidades.
El territorio de La Rioja Alta cuenta con numerosas casas solariegas que serán las protagonistas de nuestro segundo paseo. Están construidas con piedras de sillería y son originarias de los siglos XVI, XVII y, en menor medida, del XVIII.
Pasear por los pueblos que nos proponevesta ruta es disfrutar de una gran variedad monumental y de estilos de diferentes épocas que muestran buena parte de sus avatares históricos.
Cenicero es una de las localidades con mayor tradición de vino, de hecho, buena parte de su economía se basa en la agricultura, la elaboración vinícola de sus grandes bodegas y en la industria auxiliar. Bodegas centenarias y calados tradicionales se distribuyen por el pueblo y conviven con yacimientos de las culturas celta, íbera y romana que son testimonio de su dilatada historia.
“El bullicio de la calle Laurel preludia un camino colmado de bodegas y excelente gastronomía”
Si el Camino de Santiago no pasara por La Rioja, habría que desviarlo, porque la hospitalidad de esta tierra es referente para los visitantes y peregrinos que se prestan a conocerla.
Pocos valles atesoran tanta riqueza patrimonial como el del río Cárdenas. Lo abordamos desde la cabecera de la comarca, Nájera, donde se asienta el monasterio de Santa María la Real, que fue impulsado por el rey D. García Sánchez III, finalizó en 1052 y refleja los estilos barroco, última época del gótico y comienzo del renacimiento. En su panteón real se encuentran doce tumbas de dos dinastías (los Abarca y García Ramírez) y, en su claustro de los Caballeros, están sepultados numerosos nobles.
Treviana y su Centro del Románico es el punto de partida para disfrutar y conocer en profundidad esta ruta. A través de proyecciones, exposiciones, piezas de cantería y un espacio para talleres educativos, asentaremos los conocimientos necesarios para disfrutar de cerca de estos parajes propios de la Ruta del Vino Rioja Alta.
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